Santiago López Menéndez es un joven ingeniero agrónomo argentino que vive hace un tiempo en Nigeria. La semana pasada vivió una pesadilla que jamás hubiera imaginado. Fue secuestrado por un grupo armado, fue golpeado y casi no recibió comida en los tres días que duró su pesadilla.
+The Soccer Times
Los captores no hablaban una sola palabra en inglés y pensaban que era estadounidense. Él no sabía cómo hacerles entender que era argentino y recurrió a una estrategia que ya fue utilizada en otro momento cuando Diego Maradona estaba en la cúspide de su carrera.
Menéndez no sabía cómo dar a entender su condición de argentino y se le ocurrió gritar: “¡Messi, Messi, Messi!”. Con esas simples palabras logró ya no ser golpeado.
Los captores pidieron una importante suma de dinero de rescate que fue pagada por la empresa donde se desempeña. Recuperándose del duro momento le pidió a su hermano que los medios digan: "Deciles que le agradezcan a Messi, que nombrarlo fue lo que me salvó".
Fuente: pasionlibertadores.com
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